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22 mar 2013

Bodas de Oro de la División de Montaña Navarra 5

1993, 20 de Junio.



Con la presencia de autoridades civiles y militares se celebraron ayer en el Patio de Armas del Acuartelamiento de Aizoáin los actos conmemorativos del cincuenta aniversario de la División de Montaña Navarra nº 5. La celebración de las Bodas de Oro consistió en una parada militar, en el transcurso de la cual se pasó revista a una formación, se impusieron 31 condecoraciones y se rindió homenaje a los mandos y soldados fallecidos en estos cincuenta años de vida de la División de Montaña.

Los actos militares estuvieron presididos por el Teniente General Jefe de la Región Militar Pirenaica Occidental, Fernando Martínez Valín; y por el General Jefe de la División de Montaña Navarra 5 y Gobernador Militar de Nava­rra, José Colldefors Valcárcel. Durante su intervención, José ColI­defors se refirió a la historia de la División y al carácter de los hombres que pertenecen a ella.


D. Ángel Atarés, como capitán mas antiguo en el acto, fue el encargado de custodiar la enseña nacional durante el acto.
El General Jefe de la División y Gobernador Militar de Navarra hizo un repaso de la geografía na­varra, donde los soldados realiza­ron y realizan su formación y agradeció la acogida dispensada por los ciudadanos navarros donde hemos encontrado apoyo y afecto. Nos sentimos testigos permanentes de este heroico reino y orgullosos de llevar el nombre de Navarra. Sentimos en el corazón los rasgos peculiares de esta tierra y ofrecemos a sus Ciudadanos nuestro cariño y respeto.

El Gobernador Militar de Navarra y General Jefe de la División, José Colldefors, se refirió al trabajo realizado por la División de Montaña Navarra nº 5 que ha recorrido las agrestes tierras de la montaña navarra. Mientras que manifestó que el historial de dicha División se recoge en el vivir diario de sus mandos que hemos aportado los valores tradicionales del Ejército, como son el honor, la disciplina, la lealtad y el compañerismo.



La celebración del cincuenta aniversario fue un acto muy especial para los miembros de la División,  no sólo para los que pertenecen a ella en la actualidad, también para aquellos militares que, en sus años de trayectoria profesional, estuvieron al mando de la División de Montaña Nava­rra nº 5, una de las cinco divisiones que se crearon en 1943 y se asentaron en Pamplona, Madrid, Sevilla, Valencia y Lérida.

La celebración de ayer aglutinó en el Acuartelamiento de Aizoain al Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Pardo de Santa­yana y Coloma; a treinta Genera­les, algunos de los cuales estuvieron al frente de la División, así como a siete Tenientes Generales.


El recuerdo al nacimiento de la División y un repaso por su historia centraron buena parte de los actos. Una vez que la formación rindió honores al Teniente General Fernando Martínez Valín, un miembro de la División recordó que, el 20 de junio de 1943, se creó la División de Montaña, que se compuso de agrupaciones de batallones desplegados por varias ciudades, pero con el Cuartel General en Pamplona. 

La División de Montaña sufrió reorganizaciones en 1951 y 1960, año en que se creó la Compañía de Esquiadores y Escaladores Paracaidistas. Las modificaciones se sucedieron hasta que en 1965, la División de Montaña ostentó el nombre y escudo de Navarra. La última reorganización, con la desaparición de algunas unidades, data de 1985. 

Las actividades realizadas por la División de Montaña fueron destacada en el día de ayer que han participado en maniobras con ejércitos extranjeros y en misiones de apoyo a catástrofes; incendios o inundaciones. Y también se destacó la antigüedad de algunas de las unidades de la División Navarra n° 5 como el Regimiento Tercio Viejo de Sicilia, el Regimiento Flandes o el Regimiento América.

Además de las alocuciones, la celebración de las Bodas de Oro de la División de Montaña   continuó con la imposición de 31 condecoraciones al personal de la División, que les fueron concedidas el pasado 24 de junio, con motivo de la onomástica del Rey Juan Carlos.

Instantes después se procedió a un homenaje a los mandos y tropa de la División fallecidos y este  homenaje es un deber de gratitud y un motivo de estimulo para la continuación de su obra. El recuerdo fue para todos los miembros ausentes de la División de Montaña en sus 50 años de existencia. Pero se simbolizó en diez militares fallecidos: 

Los hombres mencionados fueron los Generales de Brigada Lo­renzo González Vallés y Rafael Ga­rrido Gil, muertos en atentado terrorista; el subteniente Francisco Fernández Lajusticia, muerto en atentado terrorista; el cabo Juan José Izquiero Serrano y los soldados Antonio Olano Lizarazu y Ar­turo Sevillano Alonso, todos ellos fallecidos en combate. También se  recordó a los miembros de la Compañía de Esquiadores-Escaladores,  el cabo Carlos Izquierdo Balsategui y los soldados Jesus Santa Maria Barbero, Manuel Pérez Pérez y Benicio Sanz Gó­mez, que perdieron la vida en acto de servicio.

También recordó a aquellos hombres de la División que perdieron la vida. Y destacó, en primer lugar, a los zapadores que murieron en acción de guerra en Sidi-Ifni, seguido de los hombres muertos en atentado terrorista. Mientras que señaló que muchos soldados fallecieron al escalar una montaña, al esquiar en las pistas nevadas o al disparar sus armas.


José Colldefors significo que la celebración  del cincuenta aniversario de la División de Montaña Navara n° 5 era un motivo de alegría. Una alegría que, según sus palabras, se ve truncada por una preocupación y por un cruel dolor. Una preocupación orgullosa por nuestros soldados que, en la antigua Yugoslavia luchan día a día por la paz. Y un dolor hacia los oficiales, suboficial y funcionario fallecidos en el cruel atentado terrorista en Madrid.

José Colldefors terminó diciendo que se desgarra nuestra sensibilidad por los zarpazos indiscriminados de fieras salvajes que truncan la paz por cargas explosivas. Mientras que manifestó que no hay respuesta al grito de porqué y para qué. Pero que la División de Montaña Navarra n° 5 dolida, pero consciente, permanecerá en su puesto, siempre igual que durante estos 50 años pasados.


En la parada militar participaron representaciones de todas las unidades de la División de Montaña. La formación, con las 7 banderas de los Regimientos de la División, estuvo compuesta por, una Escuadra de Gastadores, la Banda de la Unidad de Servicios de Ai­zoáin, la Compañía de Honores del Batallón Montejurra, una Compañía de Cazadores del Regimiento Tercio Viejo de Sicilia, la Compañía de Esquiadores-Escaladores,  una Compañía de la Brigada Motorizada, una Compañía del Núcleo de Tropas Divisionarias,  dos Compañías de la Unidad de Instrucción del Regimiento América 66, una sección del Cuartel General de la División de Montaña y una sección del  Batallón de Carros de Burgos.

Las 31 condecoraciones impuestas ayer fueron para miembros de la División y se concedieron el pasado 24 de junio, con motivo de la onomástica del Rey Juan Carlos. Todas las condecoraciones fueron la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. Se impusieron 8 de primera clase, 9 de segunda clase, 4 de tercera clase y 10 de cuarta clase. .

Numerosas autoridades civiles acudieron a los actos conmemorativos de la División de Montaña Navarra nº 5. Hubo una nutrida representación municipal  encabezada por el Al­calde Alfredo Jaime. También acudió el Vicepresidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, que actuó en representación del presidente Allí, que no pudo acudir a los actos. Miguel Sanz intervino en la imposición de condecoraciones y presidió el desfile final, junto al Teniente General Francisco Martínez Valin.

Otros invitados fueron los Consejeros Javier Pomés, José Ignacio López Borderías, Javier Marcoteguiy Calixto Ayesa; el Presidente del Parlamento de Navarra, Javier Otano y el ex­Presidente del Parlamento, Ja­vier Górnara. También asistieron el Delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría; el Rector de la Universidad Pública de Navarra, Juan García Blasco; el Presidente del Tribunal Supe­rior de Justicia, Jesús María Rodríguez Ferrero; y el Fiscal­ Jefe, José María Félez.

Los soldados permanecieron varias horas en formación. Y uno de ellos, que era portador de una bandera, sufrió un desmayo que provocó cierto murmullo entre parte del público. El soldado cayó al suelo y fue atendido por unos compañeros, antes de que fuera evacuado del Patio de Armas en camilla.










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