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17 dic 2019

Coronel Vaquerizo

Toma de posesión del Mando del Regimiento Galicia 64, Diciembre 2017, Jaca


El Coronel Vaquerizo ha sido relevado 
en el mando del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña.
Relevo en el Mando del Regimiento Galicia 64, Diciembre 2019, Jaca
Desde aquí queremos agradecer las deferencias que ha tenido hacia este humilde blog permitiendo que pudiésemos reproducir varias de las publicaciones en las que intervino como autor o editor.

Nuestros mejores deseos en sus próximos destinos.

Aunque no fue oficial de nuestra Compañía, debemos tratarlo como si lo hubiese sido, pues estuvo destinado en ella como agregado.

Reproduzco una conversación con el General Atarés, "nuestro Capitán", antes de que Vaquerizo fuese nombrado Coronel Jefe del Regimiento Galicia:


"El Teniente Vaquerizo no estuvo destinado en la Compañía.

El General de la BRCZM LI me lo agregó (para mi alegría) en un periodo en el que anduvimos carentes de oficiales y que coincidía con el curso de escalada de la Brigada que dirigía la Compañía.

En cualquier caso, este excelente oficial aportó muchísimo a la Compañía y se implicó en cuerpo y alma como uno más de sus miembros.

Tengo la satisfacción de haber vuelto a tenerlo a mis órdenes como jefe del "Montejurra" y de mi PLMM durante mi mando del América.

Para poner la guinda a una intensa carrera militar y montañera, en diciembre de este año se hará cargo del mando del RCZM Galicia en Jaca y tendrá por lo tanto a sus órdenes a la Cia EE 1/64". (05/09/2017)
En el centro, cuando era Tnt. Coronel al mando del Batallón Montejurra (RCZM América 66).
Esta imagen es del primer encuentro de los veteranos de la Cia. EE. EE. de la D.M. Navarra,
Octubre 2014, Cuartel de Aizoain, Pamplona

En el Puerto de Larrau (Navarra) Octubre de 2018, en el homenaje a los caídos de nuestra Cia. (2º por la derecha, pañuelo rojo),
 ya Coronel, Jefe del Regimiento Galicia 64




J. Florencio, 2º/84













9 dic 2019

Orhi 2019



Como viene siendo tradicional, este año 2019, se ha vuelto a realizar la subida a Pico de Ohri y el homenaje en el Puerto de Larrau a los compañeros caídos en 1964.


Este año los miembros de la Compañía de Esquiadores-Escaladores 1, Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña, han realizado este magnifico vídeo.


En la subida y homenaje estuvieron presentes el General Mur, miembros del Regimiento Galicia, Regimiento América, Gobierno Militar de Navarra, Asociación de Soldados Veteranos de Montaña y Veteranos de la Compañía de Esquiadores-Escaladores 51/LI (División de Montaña Navarra).

Cabe destacar el regalo que hizo el veterano de nuestra compañía, Juan Galve Gilabert, de ejemplares de su libro Maniobras en la Sierra de Andia (en el que cuenta algunas de sus vivencias en la compañía) a los estamentos militares presentes.

La jornada termino con el habitual almuerzo de hermandad de los veteranos.










1 dic 2019

Loa a la Infanteria Española

  
A PIE Y SIN UN OCHAVO EN LOS BOLSILLOS...

...calados hasta los huesos y con el estómago frío; en la vista una nube de hielo y en el dedo que oprime el gatillo, un sabañón.

El día 8 de diciembre, el día de la Purísima, hace mucho frío, pero nunca bastante para frenar la Infantería, que, con un trajecito de dril, derrite la nieve de los montes. Y la escarcha de los ríos difíciles. Y el hielo que oprime los corazones en desgracia.


NINGÚN OFICIO MÁS BONITO QUE EL DE CAPITÁN DE INFANTERÍA...

...artesano del valor heroico, orfebre del valor estoico, que va a pie donde lo mandan, con sus hombres detrás, y que a veces se queda en el camino porque una bala -¡Con qué facilidad, Dios mío!- le para los pulsos del corazón.




La guerra no es triste porque da salud  y que no se me lleven las manos a la cabeza los timoratos ¡benditos sean los franceses, que nos unificaron y nos pusieron de acuerdo para echarlos!


La guerra no es triste, porque levanta las almas. La guerra no es triste, porque nos templa la sangre. La guerra no es triste, porque nos enseña que, fuera de la Bandera, nada, ni aun la vida, importa.



La Infantería es la guerra a pie firme, la guerra cara a cara, la vida jugada a cara y cruz de la victoria o la muerte. La Infantería es la guerra a cuerpo limpio, y el infante el lidiador que lleva el espíritu armado de un estoque de fuego, como un arcángel con estrellas en la bocamanga.


La Infantería no es la materia; es el ligero y tenue soplo que vivifica. La Infantería no es la masa, es la compañía. La Infantería no es, a veces, ni el concierto: es siempre la arrebatada canción del solitario centinela, que canta para que el cabo de guardia sepa que está vivo.




Quien no haya sido soldado de Infantería quizás ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse.  Porque el secreto de la Infantería -nosotros estamos hablando, naturalmente, de la Infantería Española, la de las cornetas en el cuello de la guerrera- es el de sacar fuerzas de la flaqueza y hacer de las tripas corazón. Que nunca más noble destino tuvieron ni nada mejor pudieron servir.


Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se lanza, cuando al hombre se le calienta la sangre, lo más difícil es pararlo y enfriarlo. Porque el otro secreto de la Infantería es el de calentar el aire con la mirada y darse cuenta de repente que la batalla terminó cuando el soldado creía que estaba empezando. Que nunca mejores temples se conocieron ni en más gallardo menester se emplearon.



QUIEN NO HAYA SIDO SOLDADO DE INFANTERÍA QUIZÁ IGNORE LO QUE ES SENTIRSE AMO DEL MUNDO A PIE Y SIN DINERO.

A pie paseamos por donde quisimos, porque el que no va a pie no se entera, y os lo dice un vagabundo. Y sin dinero izamos nuestra Bandera donde nos dio la gana y donde nos mandaron, porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista, y os lo asegura un pobre.


Ningún oficio más bello que el del infante, que lleva su casa a cuestas como el caracol y se pelea porque no admite jaques: como el león y como el gallo y como el toro. Sin medir las fuerzas porque no fuera noble presentar las batallas ganadas y sin mirar atrás, porque detrás no hay nada, absolutamente nada.



Con el frío del 8 de diciembre se calienta nuestro herido corazón al pensar, como en una novia a la que quisiéramos demasiado en la Infantería. Resuenan pífanos marciales y aun nupciales en la última y más profunda revuelta de nuestros oídos, y aun se estremece, gracias a Dios, ese último nervio que en los cuerpos de los bien nacidos se guarda, como oro en paño, para que vibre en ocasiones solemnes.


En el día de la Patrona, por ejemplo.

Camilo José Cela.



J. Florencio 2º/84