16 ago 2012

Gebirgsjäger


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Publicación original de: www.fssfgema.com
Agradecemos a los responsables de la web referenciada la autorización para publicar este articulo.

La historia de las tropas de montaña alemanas no es muy larga, pues su incorporación a las fuerzas armadas fue bastante tardía. Antes de la primera guerra mundial las fuerzas de montaña tenían cometidos de tipo policial, como perseguir a los salteadores o a los renegados que aprovechaban la fragosidad del terreno de alta montaña para ocultarse. El estallido de la guerra en 1914 puso en conflicto a tres países que contaban con tropas entrenadas en la vida de montaña, para proteger sus fronteras alpinas: Austria, con sus Schutzen; Italia, con sus tropas de Alpini, y Francia con los Chasseurs Alpins. Los miembros de estas unidades eran hombres originarios de las zonas donde debían operar y tenían un exhaustivo conocimiento del terreno.

En aquel momento, Alemania no tenia tropas alpinas, pero en el sur del país había muchos montañeros expertos que podían transformarse fácilmente en soldados. Cuando en 1915 Austria e Italia rompieron las relaciones diplomáticas, el ejercito Alemán formo su primera unidad de montaña para ayudar a Austria en la defensa de su frontera meridional, con el nombre de Alpenkorps (cuerpo alpino).

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El primer comandante del Alpenkorps, nombrado el 19 de mayo de 1915, fue el general konrad Krafft von Delmensingen, experto en la guerra de montaña. Tras la creación de la división en Lech (Baviera), las unidades del Korps fueron enviadas al Tirol Austriaco el 25 de mayo. El comandante Austrohúngaro del Tirol, el general de caballería Viktor Dankl, intento desplegarlas en el área de Bruneck-Brixen-Bozen-Auer como fuerza móvil de choque. Sin embargo, el 4 de junio ,el alto mando alemán ordeno que el Alpenkorps permaneciera en territorio austriaco, ya que Alemania e Italia aun no se habían declarado la guerra. El Alpenkorps paso algún tiempo perfeccionando su entrenamiento en habilidades como el esquí y compactando sus unidades; luego se desplegó en Rayon V para apoyar a la Pustertal División del mariscal Ludwig Goigingers.

El nuevo Alpenkorps se distinguió en la lucha; uno de los comandantes de la unidad que mas éxitos cosecho fue nada menos que el futuro mariscal de campo Erwin Rommel, que se hizo acreedor a una de las mas pretendidas medallas al merito, la Blue Max, por sus victorias al mando de las tropas de montaña de Wurtemburg contra los italianos. El ejercito alemán no olvido la actuación de las unidades alpinas durante la primera guerra mundial, si no todo lo contrario; las tropas de montaña continuaron desarrollándose hasta situarse entre las mejores del mundo , adquiriendo la consideración de tropas de élite que aun hoy tienen. No en vano el actual ejercito alemán aun mantiene una fuerza de Gebirgsjager, reducida pero muy bien entrenada y motivada, que todavía ostenta con orgullo el emblema del Edelweiss de los cazadores de montaña.

Al final de la primera guerra mundial, el tratado de Versalles limito el ejercito de la nueva república alemana de Weimar, conocido como Reichswehr (defensa nacional), a 100.000 hombres , encuadrados en siete divisiones de infantería y tres de caballería.

Uno de los primeros movimientos de los nacional socialistas después de su llegada al poder fue la ampliación de las fuerzas armadas, junto a una eclosión de organizaciones paralelas, en teoría no militares, que ofrecían entrenamiento militar encubierto.




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Cada año, unos 250.000 alemanes hacían el Reichs Arbeits Dienst (RAD) el servicio del trabajo nacional, sirviendo en tareas de construcción, o agricultura, pero cuya organización tenia una orientación castrense. Sus miembros iban uniformados y realizaban un periodo de instrucción de tipo militar; cargaban con palas en vez de fusiles pero ejecutaban movimientos diseñados para manejo de armas.

También organizaciones políticas se utilizaron para transmitir conocimientos e instrucción militar, el cuerpo de aviación del partido ofrecía entrenamiento básico de vuelo, el cuerpo automóvil instruía en conducción y mantenimiento de vehículos, etc, etc, etc...

La Reichswehr de 100.000 hombres contaba ya con tropas de montaña, que se mantuvieron en 1935, el momento de la expansión, cuando ya no fue necesario recurrir a subterfugios para el entrenamiento y se volvió al reclutamiento convencional.

Baviera había mantenido un cuerpo de oficiales de policía estatal especializado en montañismo, que se puso a las ordenes del general Ludwig Kubler. En dos años, la unidad experimento un rápido aumento, constituyéndose en brigada, cuyo comandante fue el general Hubert Lanz. La brigada de montaña seria el núcleo de la 1 Gebirgs  División, la 1ª división de montaña. Mas tarde, en 1938, la anexión de Austria aporto un nuevo semillero de montañeros entrenados, procedentes del antiguo ejercito austriaco, que formaría la 2 y 3 Gebirgs Divisionen.

En la Alemania anterior a la guerra , todos los hombres de entre 18 y 25 años, debían registrarse para hacer el servicio militar, pero podían aplazarlo en caso de un aprendizaje técnico profesional ya que esto se consideraba útil para el ejercito. Cuando llegaba el día tenían que presentarse en su distrito militar( Wehrkreis) donde tomaban sus datos antes de un examen medico y luego sus características para ver en que unidad serian mas útiles, de aquí pasaban a la unidad de reemplazo (Ersatz und Ausbildungs Abtleilung) de la unidad correspondiente. Al acabar el registro se les entregaba el Wehrpass( cartilla militar) donde constaban todos sus datos al mismo tiempo que servía de carnet de identidad, tras este proceso el futuro soldado volvía a la vida civil, a la espera que el estado alemán se pusiera en contacto con el, tramite que se hacia por correo certificado, informándole de donde debía presentarse.

Las decisiones del ejercito alemán, a la hora de asignar reclutas, podían ser tan absurdas como las de cualquier ejercito del mundo a menudo se enviaban hombres a unidades inadecuadas, por ello, muchos jóvenes se presentaban voluntarios antes de que los llamasen, así podían ir al arma de su elección (Waffengattung).

Los soldados alemanes en activo durante la 2ª guerra mundial eran o bien soldados de carrera (Berufsoldat) o bien soldados temporales (Auf Kriegsdauer, "dentro por un tiempo") que regresarían a la vida civil una vez terminado el conflicto. Las tropas de montaña a pesar de sus numerosas condiciones de acceso, estaban integradas por una mezcla de ambas categorías.

Durante los asombrosos éxitos de la Blitzkrieg, los Gebirgsjager  tuvieron una amplia cobertura en los medios de comunicación, tanto en diarios como en noticiarios cinematográficos. La propaganda nazi era una maquinaria bien engrasada y muy consciente del impacto dramático de la imagen, los nazis se aseguraron de que aparecieran gran cantidad de imágenes, como en la celebre Signal, que se traducía a diferentes idiomas, incluido el castellano, estaban muy adelantadas a su tiempo en el uso de la fotografía a color, de hecho el diseño de Signal se considera un referente aun hoy en día. En muchos artículos aparecían románticas fotos de las tropas alpinas en cimas elevadas. La victoriosa invasión de Noruega (operación Weserubung) y la subsiguiente batalla de Narvik, apuntalaron a los Gebirgsjager en el imaginario popular. En realidad, la victoria había estado a punto de convertirse en un grave desastre, pero la mayor parte del publico alemán no solo no llego a enterarse sino todo lo contrario; la propaganda lo hizo vibrar con la conmemoración del triunfo y la institución de una nueva insignia del honor, el escudo de Narvik, que tenia entre sus principales motivos el Edelweiss de los Gebirgsjager. El apabullante bombardeo publicitario aseguro la provisión de reclutas para este cuerpo de élite.

También las Waffen-SS formaron sus propias divisiones de montaña, cuando las SS aun se llamaban SS-Verfugungstruppe (SSVT) . Lo hicieron con unos requisitos de selección muy restrictivos que la necesidad obligaría a rebajar en el futuro; lo paradójico es que al final, las div. de montaña de la Waffen se vieron obligadas a recurrir al reclutamiento, y sus registros de combate no fueron nada brillantes. No obstante, los aspirantes de la primera unidad, la SS-Gebirgs Nord, tuvieron que cumplir las exigencias a rajatabla. El aislamiento en el SSVT era voluntario, frente a lo cual la Wehrmacht guardaba con gran celo su capacidad exclusiva como portadora de armas en el servicio de la nación (Waffentrager) haciendo lo que podía para contener las ansias expansionistas de Heinrich Himmler, el Reichsfuhrer de las SS. Sin embargo, las fuerzas armadas no pudieron evitar una concesión considerable: tuvieron que permitir la equiparación del servicio en el SSVT con el servicio militar, lo que ponía una organización de base política peligrosamente próxima a una organización militar oficial.

Las tropas de montaña de las Waffen-SS desempeñaron un importante papel en el sector sur del frente oriental, destacando de manera especial en el combate contra los partisanos en los Balcanes, donde parte de su cuadro de oficiales procedía de la primera época del SSVT. Su actividad resulta destacable si se tiene en cuenta que las SS no tenían tropas de montaña antes de que comenzara la guerra.

Por lo general, el reclutamiento en los Gerbigsjager tenia una base geográfica, y los reclutas, voluntarios o no, solían permanecer en la unidad asignada a la zona donde se habían alistado. La mayoría eran originarios del sur de Alemania, de Baviera y el Tirol austriaco, aunque las unidades no eran uniformes en este sentido; en cada unidad de base local también había reclutas de otras partes del Reich.

Además de las divisiones de montaña, también se formo un pequeño numero de Hochgebirgs Jager Bataillonen (Batallones de Cazadores de Alta Montaña) el 1, 2, 3 y 4.

Tras ser llamado a filas y presentarse para el servicio, el futuro cazador de montaña ingresaba en el programa de entrenamiento militar básico. Como el servicio en la RAD era obligatorio y, además muchos venían de las juventudes hitlerianas, muchos reclutas llegaban con mayor conocimiento de la vida militar a comparación de los jóvenes de otros países en su misma situación, en el RAD se habían imbuido de la jerarquía militar y habían obtenido la instrucción básica, forma física,etc,,etc,..

A pesar de ello, el entrenamiento era muy exigente: insistía hasta la saciedad en las rutinas de instrucción, el movimiento por el terreno, el manejo de armas de fuego, el combate...Las fuerzas armadas hacían con frecuencia ejercicios con fuego real y a diferencia de otros ejércitos, favorecían la iniciativa de los soldados. El juramento de fidelidad se hacia tras las primeras semanas, cuando los reclutas disponían del uniforme y se habían sumergido en la vida militar.

Además del programa básico de instrucción de infantería, los Gebirgsjager se entrenaban en ejercicios propios del montañismo, como la escalada y el descenso, el esquí, la lectura de mapas y sobretodo la supervivencia en la montaña, donde las temperaturas podían caer rápidamente muy por debajo de los 0º grados C. Como es lógico, la primera exigencia de los cazadores de montaña eran el mantenimiento continuo de su alto nivel físico, sin el cual seria difícil si no imposible, actuar en las condiciones en las que se desarrollaban sus operaciones Los soldados de las tropas de montaña eran de primera clase.

Las restricciones del terreno hacían que rara vez desplegaran mas de un batallón por zona; así los hombres aprendían a leer las señales con que la naturaleza anuncia cambios inminentes en el tiempo, no solo para evitar la lluvia o las tormentas, sino avatares mas peligrosos como las avalanchas. Se solían mover en zigzag, en una columna de una sola fila muy espaciada para reducir al mínimo las bajas en caso de sufrir un accidente.

La flexibilidad era muy importante para el soldado de montaña, que debía adaptarse con rapidez a unas condiciones cambiantes y utilizar los recursos que tuviera a mano. A menudo los animales locales eran mas adecuados para desplazarse por el terreno con carga que los caballos y las mulas . En Laponia se usaban Renos; en el frente de Murmansk, trineos con perros, y en el Cáucaso camellos, que resultaron fundamentales para el despliegue de las tropas en ese terreno. Los zapadores de montaña (Gebirgspioniere) debían ser capaces de desbloquear caminos, abrir nuevos senderos, tender puentes de cuerda sobre barrancos o pontones mayores sobre los rápidos ríos de montaña, así como construir bunkeres y otras obras defensivas.

El personal medico utilizaba camillas especiales para transportar a los heridos o trasladarlos a zonas mas bajas, y estaba especializado en el tratamiento de la congelación, la ceguera temporal causada por la nieve, las quemaduras producidas por las cuerdas y toda clase de heridas propias de la escalada. A veces se utilizaban equipos de perros, por lo general, San Bernardo, junto a otros pequeños animales de carga para el transporte de los suministros médicos.

Los Gebirgsjager estaban por encima de lo normal en todos los casos , incluso su personal de transmisiones. A menudo, los equipos de radio eran inútiles en la alturas montañosas por que el terreno bloqueaba la señal, y había que instalar antenas en zonas aun mas elevadas, los arboles mas altos en el mejor de los casos, o utilizar repetidores e incluso banderas de señales.

Fueron una excepción en la Wehrmacht por las numerosas variantes del uniforme, que pueden apreciarse en las fotografías de la época. Disponían de cinco tipos básicos de indumentaria: uniforme de gala, de campaña, indumentaria alpina especializada, de faena y de camuflaje.

El uniforme de gala solía ser una guerrera modelo Affenrock  (la característica guerrera gris campo de los soldados de la Wehrmacht) estaba confeccionada con el denominado paño de intendencia, una tela de calidad con una alta proporción de lana, que mas tarde fue decayendo por razones lógicas, en el caso Gebirgs. los dobladillos de la obertura delantera, el cuello y los puños estaban ribeteados con un color verde que identificaba a sus miembros.


El cuello estaba adornado con las Litzen, las insignias en forma de pequeñas barras trenzadas con hilo de aluminio que decoraban también los puños en una versión reducida. Sobre la parte izquierda del pecho se situaba el emblema nacional, tejido a maquina y cosido con hilo de aluminio. Las guerreras de todos los rangos eran muy parecidas, eran las insignias las que distinguían a los oficiales. En el caso de los suboficiales, el cuello y los puños estaban rematados con bucles entrelazados confeccionados con cintas de aluminio, unas cintas que hacían las veces de insignias o de condecoraciones.


Las hombreras de los rangos inferiores eran de lana color verde oscuro y mostraban el numero de la compañía bordado con hilo verde; la de los suboficiales tenían el mismo trenzado que el cuello; en el caso de los oficiales era de aluminio brillante sobre una base verde, con el numero del regimiento en dorado. En la manga derecha, a la altura del brazo, se cosía el edelweiss de los Gebirgsjager en forma de parche.

Los pantalones eran de lana gris, con las perneras muy ajustadas e introducidas en las botas y la costura rematada con una cinta verde, a veces los oficiales llevaban la gorra de plato de servicio. La fabricación de los uniformes de gala se suspendió al comenzar la guerra.

El uniforme básico de campaña era el estándar de la Wehrmacht, la pertenencia a las tropas de montaña se indicaba por con un sencillo ribete verde en los parches de cuello, las hombreras y la gorra, además del emblema con el edelweiss en forma de parche en el brazo derecho y en pequeño y metálico en un lado de la gorra. A partir de 1943 el Bergmutze, el característico gorro alpino comenzó a ser sustituido por una gorra de campaña estándar (Einheitsfeldmutze M43) diseñada a imagen de la anterior pero con la visera mas larga. Los Gebirgsjager que servían en zonas cálidas, como el norte de África o Italia, vestían una chaqueta mas ligera, la guerrera tropical confeccionada con tela tejana de color verde oliva; a veces llevaban una simple camiseta, pantalones cortos y botas bajas.

El uniforme de campaña de las divisiones de montaña de la Waffen-SS era idéntico al de la Wehrmacht, de hecho al principio se reaprovechaban las guerreras del ejercito, aunque a medida que la guerra avanzaba, las Waffen-SS fueron capaces de autoabastecerse. Los detalles que diferenciaban a ambas tropas eran muy sutiles, pues ambos usaban los mismos colores verdes para los adornos. Por un lado los diferenciaban las insignias, y por otro el tejido de las hombreras que eran en negro en el caso de las SS . El emblema de las SS se manifestaba en un parche de la manga izquierda y en el cuello, indicando su rango, en cascos y gorras este emblema aparecía sobre una calavera, también entre estos aparecía el edelweiss pero en una versión propia.

Existe un elemento en particular de la versión Waffen-SS de los uniformes de montaña que merece atención especial, se trata del Fez de la División Handschar, era un simple Fez de fieltro con una borla negra pero con emblema SS sobre una calavera, lo que era bastante peculiar, se fabrico una versión granate para paseo y otra gris para faena.


Entre la indumentaria alpina estaba el chaquetón cortaviento (Windjacke) que se llevaba sobre la guerrera, estaba confeccionado con algodón impermeable de color gris verdoso, y era de estilo cruzado con dos hileras de cinco botones. Tenia todos bolsillos exteriores con solapas festoneadas y dos bolsillos de corte oblicuo que permitían acceder a la guerrera interior.


Las divisiones alpinas podían usar un anorak ligero, una prenda característica por su capucha, confeccionada con algodón entrelazado que también se llevaba sobre la guerrera . 
El pecho tenia un bolsillo ancho con solapa de botones, y otros dos bolsillos mas estrechos a los lados y dos mas en la espalda a la altura de la cintura. La capucha, el cuello y la falda podían estrecharse con cordones las mangas podían cerrarse con botones, el anorak era reversible; por un lado de color gris campo y por el otro blanco, lo habitual era no llevar insignias visibles en el.

El Bergmutze era una gorra alpina muy popular basada en el estilo de la que habían llevado las tropas austriacas de montaña en la 1ª guerra mundial, hecha de lana gris y con la visera muy corta con solapas a los lados sujetas con botones, que podían bajarse para proteger del frío la nuca y los costados, la solapa izquierda mostraba una pequeña edelweiss metálica.

Se creo un modelo propio de pantalones, en un principio de color piedra y mas tarde en el gris campo habitual, con el trasero y la pierna y la entrepierna reforzados. Las perneras eran mas estrechas para poder ponerse las botas sin problemas y tenían un corte en la parte inferior de manera que ambos costados se solapaban, y podían asegurarse atando cintas, en la parte delantera disponía de dos bolsillos normales y uno pequeño para el reloj, así como otro trasero. Mas tarde, este modelo se sustituyo por el Rundbundhosen.

Los cazadores de montaña calzaban unas robustas botas bajas de doble suela, con cordones de cuero que pasaban por cinco agujeros y cuatro garfios por lado. Las suelas y los talones estaban reforzados por tachuelas. En la parte superior alojaban las perneras del pantalón, aquí es donde usaban las polainas de lana, que median unos 73 cm de largo y 8 cm de ancho, acababan en una punta de donde salían unas cintas estrechas, se envolvían desde el final de la pernera hasta el tobillo fijadas con una pequeña hebilla, esta prenda era de uso habitual, pero también las unidades de  las Waffen-SS usaban borceguíes.


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Las historias de combate de las divisiones alpinas adquieren una naturaleza muy distinta si sus protagonistas son las unidades del ejercito o de las Waffen-SS. Las unidades del ejercito operaron junto a otras formaciones regulares de las fuerzas armadas desde el estallido de la guerra y tomaron parte en las grandes campañas de Polonia, Francia ,Italia, la Unión Soviética, Los Balcanes y el norte de África, donde se ganaron la admiración por su coraje en el ataque y su firmeza en la defensa. Por otra parte, las unidades de las Waffen-SS no vieron mucha acción de primera línea hasta el final de la guerra y sufrieron numerosas bajas cundo lo hicieron. Se enfrentaron sobretodo a los partisanos en el sector sur del frente oriental y se vieron envueltas en incidentes deshonrosos, atrocidades de guerra por las que recibieron numerosas acusaciones.

Los Gebirgsjager del ejercito entraron en la segunda guerra mundial desde su mismo arranque, en la invasión de Polonia; las divisiones 1 y 2 operaron en el sector sur del frente con el Heeresgruppe Sud. Las tropas alpinas entraron en Polonia desde Eslovaquia y fueron decisivas en el paso de Dukla a través de los Cárpatos. Desde allí marcharon en dirección este hasta la ciudad de Lemberg, situada a unos 240 km, adonde el Kampfgruppe avanzado llego el 14 de septiembre, donde tomaron posiciones alrededor de la ciudad. La guarnición de tropas Polacas lucho con determinación y causo numerosas bajas a los alpinos en sus contraataques, pero la imprevista entrada de los Soviéticos en Polonia por el este erosiono su resistencia; la guarnición se rindió antes de que los alemanes lanzaran su ataque final. Cada bando considero con respeto la tenacidad y el espíritu de lucha del otro, como demuestra el que los defensores solo admitieran la rendición de su ciudad a las tropas de la 1 Gebirgs.

Tras el éxito de la campaña en el este, las tropas de la 1 Gebirgs Div. se trasladaron al frente oriental para tomar parte en el Westfeldzug.

Entre tanto sus compañeros de la 2 Div, habían sido destacados para participar en la invasión de Noruega. Bajo el mando de Eduard Dietl, llegaron al puerto de Narvik en la flota de destructores de la Kriegsmarine.

La súbita entrada en el puerto de diez destructores alemanes, que hundieron dos barcos de la defensa costera noruega y comenzaron a desembarcar cazadores de montaña, convenció a los noruegos que debían rendirse sin oponer resistencia. A las 18:00 horas del 9 de abril de 1940 Narvik cayó en manos alemanas.

Pero en el lado alemán no todo se ajustaba a los planes previstos. Para empezar, la mayor parte de la munición, la gasolina y otros suministros se habían quedado a medio camino, solo uno de los barcos de carga, el antiguo ballenero Jan Wellem, llego a Narvik. Además en la mañana del 10 de abril, un ataque de destructores británicos hundió dos barcos alemanes. Los británicos volvieron tres días mas tarde acompañados del acorazado HMS Warspite y en la subsiguiente batalla hundieron todos los destructores alemanes. Alemania había perdido la mitad de toda su flota en tan solo tres jornadas.

La posición de Dietl en Narvik se volvió muy delicada. Los aliados desembarcaron en Sjovegan, a 65 km de Narvik, e iniciaron la aproximación; se trataba de una fuerza de 15.000 soldados, formada por franceses con un importante contingente de republicanos españoles, británicos, polacos y noruegos.

El perímetro defendido por Dietl se fue estrechando hasta poner a los alpinos en una situación precaria. Les lanzaron suministros y soldados de refresco voluntarios en paracaídas, mientras que la 2ª Gebirgs División acudía desde Trondheim, al sur, para intentar romper el cerco al que estaban sometidos sus camaradas, pero el 27 de mayo los aliados liberaron Narvik, empujando a las fuerzas de Dietl hacia el este de la ciudad.

Dietl había recibido ordenes de Hitler de seguir su iniciativa y pasar a Suecia, que era neutral, si lo creía necesario, pero el comandante confiaba en que sus hombres acuantiarían hasta el final y rehusó abandonar su posición. En el ultimo momento, la situación se resolvió a causa de unos acontecimientos que se estaban desarrollando muy lejos de allí: la caída de Francia era inminente y los Británicos decidieron abandonar Noruega. El 4 de junio, sus unidades comenzaron a retirarse; el 8 habían dejado Narvik a merced de los alemanes. Eduard Dietl fue celebrado como gran héroe de la batalla, en la que habían colaborado la marina, las tropas de montaña y la Luftwaffe, y en conmemoración se instauro una nueva condecoración, el escudo de Narvik. Los Gebirgsjager demostraron que eran dignos de ser considerados tropas de élite.

Al comienzo de la campaña en el oeste, la 1 Gebirgs Div. recibió la orden de avanzar hasta el río Mosa, lo que hizo como un paseo, sin apenas encontrar oposición. Cuando el 18 de mayo, llego cerca de Signy, entro en contacto con carros enemigos. La respuesta alemana fue contundente; los Gebirgsjager acabaron persiguiendo al enemigo hasta el interior de los bosques, de donde regresaron con gran numero de prisioneros y carros capturados. A continuación los alpinos presionaron las fuertes defensas del canal del Oise, que consiguieron cruzar el 5 de junio, para seguir avanzando tuvieron que apartar a las tropas coloniales francesas, que defendían la orilla meridional, en particular el 99GJR, y allí sufrieron bastantes bajas pero no les impidió seguir su resuelto avance hasta el Pont-Saint-Mard, donde se vieron obligados a detenerse para rechazar un contraataque de tropas marroquíes.



En ese punto, los progresos de la dimisión superaban a los de las unidades de sus flancos, lo que les colocaba en una situación expuesta, los alpinos vieron que los franceses flaqueaban y, a pesar del peligro que corrían, decidieron avanzar un poco mas; entre el 6 y el 7 de junio cruzaron el río Aisne y persiguieron a los franceses en retirada dejando atrás las bolsas mas pequeñas de resistencia, que solo les hacían perder tiempo.



El 11 de junio cruzaron el río Marne; allí recibieron la orden de desplazarse hacia el sur para atacar la retaguardia de las unidades francesas que rechazaban los intentos de de incursión italianos. Las fuerzas francesas cayeron en pocos días, el 19 de junio se firmaba el armisticio; el gobierno francés capitulo el 25 de junio. Los Gebirgjager fuero destacados en tareas de ocupación en la frontera franco-suiza, la mas reciente de las divisiones de montaña la 6ª Gebirgs Div. se incorporo al acabar la campaña, demasiado tarde para entrar en acciones de envergadura, por lo que paso a desempeñar tareas de ocupación.


Tras la acertada decisión de poner punto final a la operación "Leon Marino", la invasión de Inglaterra, Hitler centro su atención en el este, en el choque inevitable con la Unión Soviética. El Fuhrer había visto con enojo como el orgullo y la ambición de Mussolini habían arrastrado al aliado italiano a un conflicto innecesario en los Balcanes, con un ataque a Grecia al que los británicos respondieron de inmediato enviando tropas de apoyo a sus aliados griegos. Hitler sabia que tenia que asegurar los Balcanes antes de iniciar la invasión de Rusia, y puso en marcha un nuevo plan, la operación "Marita", para eliminar la amenaza del frente meridional.

Bulgaria acepto que las tropas alemanas cruzaran su territorio para atacar Grecia. La 5 Gebirgs División marcho por las llanuras búlgaras y luego ascendió a las altas montañas de la frontera con Grecia . Todavía era invierno y los Gebirgsjager tuvieron que operar en condiciones infames en cimas elevadas y expuestas mientras esperaban la orden de ataque.

Las divisiones 5 y 6 tenían la misión de atravesar la línea Metaxas, una cadena de fortificaciones muy reciente y bien pertrechadas, con un nuevo y extenso sistema de trincheras repleto de alambre de espino, nidos de ametralladoras, baterías de artillería, pero sobretodo, defendidas por tropas de primera clase con un animo inquebrantable.

Recibida la orden de ataque, los alemanes fijaron el asalto para el día 5 de abril y se dividieron en pequeños grupos. Por suerte para ellos, aquel día amaneció con una niebla muy espesa que no solo ofrecía una excelente cobertura, si no que también amortiguaba el sonido. Las primeras posiciones enemigas cayeron con facilidad, pero en cuanto los griegos advirtieron el ataque, se desencadeno un infierno de fuego defensivo. Los alemanes respondieron con morteros y con la Gebirgs Artillerie que había cargado a hombros sus piezas hasta la montaña; a ellos se unió mas tarde un bombardeo de Junkers 87, los Stuka. En cualquier caso, muchos fortines de la línea sobrevivieron y tuvieron que ser capturados uno a uno mediante costosos asaltos. Los bunkeres estaban conectados por túneles y distribuidos de tal manera que podían darse fuego de cobertura unos a otros, además los defensores griegos eran unos soldados excelentes, que se negaban a capitular y luchaban hasta la muerte; en muchos casos salían de sus trincheras y contraatacaban con éxito e incluso solicitaban fuego de artillería sobre su propia posición para eliminar a los alemanes del exterior.


A pesar de todo, era cuestión de tiempo que los incansables ataques de las tropas alpinas abrieran brecha en la línea, y rodearan los fuerte griegos mas resistentes. Según se dice, los alemanes quedaron tan impresionados del valor y determinación de las tropas griegas que les rindieron honores militares tras capitular.

Cuando cayó Rupesco, el ultimo reducto importante, los Gebirgsjager descendieron por las laderas de las montañas con rapidez hasta Salónica, que no tardaron en capturar. El avance fue frenético a partir de entonces; las fuerzas griegas y sus aliados británicos se vieron empujados de manera inexorable hasta el Peloponeso, donde los británicos evacuaron los restos de sus fuerzas. Atenas cayó el 26 de abril, poniendo punto final a la campaña de Grecia, en la que los Gebirgsjager consolidaron aun mas su reputación.

Mientras se desarrollaban estos hechos, las divisiones 1 y 6 estaban cosechando grandes éxitos en su ataque contra Yugoslavia, la primera desde Austria y la segunda desde Bulgaria, recibieron grandes alabanzas por la eficiencia y rapidez de sus operaciones, pero lo cierto es que en ningún momento encontraron una oposición importante. En esta veloz campaña de doce días, los desplazamientos se hicieron a pie y a marchas forzadas, ya que no se disponía de camiones, por lo que las tropas, aunque felices por las pocas bajas sufridas, quedaron exhaustas.

Tras la triunfal finalización de la batalla de Grecia, la 5 Gebirgs  División fue reasignada a la operación "Mercurio", la invasión de Creta, para apoyar a los Fallschirmjager (paracaidistas) de la Luftwaffe.



Las tropas alpinas se lanzaron en dos oleadas, la primera por aire y la segunda por mar debido a la escasez de transporte aéreo. De hecho, la escasez de transporte también alcanzaba a la marina, el general Ringel tuvo que utilizar todos los barcos que pudo encontrar, incluida una flota de pesqueros griegos. El convoy era tan lento, que resulto una presa fácil para los destructores británicos. Solo 52 soldados de los dos batallones de montaña que habían zarpado sobrevivieron en un estado mínimamente adecuado para tomar parte en la batalla; hubo quinientos muertos e innumerables heridos.


En la isla los Fallschimjager no hacían progresos frente a los defensores británicos, australianos y neozelandeses; necesitaban refuerzos de inmediato. Las constantes perdidas en el mar demostraban que los refuerzos solo podían llegar por aire, y aun así, a aeródromos improvisados y bajo el incesante fuego enemigo. El 22 de mayo, un grupo de efectivos de las tropas de montaña equivalente a todo un batallón alcanzo con éxito la isla; con su incorporación, la posición alemana empezó a mejorar. Las fuerzas del general Ringel estaban divididas en tres Kampfgruppen: una unidad Gebirgsjager para mantener la posición en la ciudad de Maleme, otra unidad de Fallschimjager para mantener el área metropolitana al este de la ciudad y una tercera unidad, Gebirgs que tenían que ascender a las montañas blancas y avanzar en dirección este, hacia Platanias. Los neozelandeses que defendían esa zona lucharon con ferocidad, llegando al combate cuerpo a cuerpo de manera brutal, pero no pudieron contener el avance Gebirgs.

Entretanto, mas y mas Gebirgs aterrizaban en la isla alimentando a las fuerzas alemanas. Ringel lanzo un doble ataque contra Galatas: ataco por el frente y por el flanco para bloquear a los posibles refuerzos . Una vez mas las tropas de Nueva Zelanda ofrecieron una feroz resistencia, pero poco a poco fueron sobrepasados. Los alemanes cerraron el puño alrededor de la isla y los aliados se vieron empujados hacia el mar, luchando a la desesperada por proteger su retaguardia. Gran parte de las tropas aliadas pudieron ser evacuadas por mar, pero el 31 de mayo cuando cayo la isla, unos 7000 hombres fueron hechos prisioneros. Los Balcanes ya estaban asegurados y Alemania miro hacia el este. Pronto las tropas de montaña se verían involucradas en los primeros movimientos de la campaña.

Semana antes de empezar la invasión de la Unión Soviética, las divisiones 1 y 4 se agruparon en el XLIX Gebirgs Korps, que formaban parte del decimoséptimo ejercito, en el Heeresgruppe Sud (grupo de ejércitos sur). En la mañana del 22 de junio de 1941, los alemanes abandonaron sus posiciones camufladas para penetrar en territorio soviético y comenzar la larga marcha hacia el este. El Korps se abrió paso por Polonia oriental, pasando por Cracovia, y a mediados de junio había alcanzado las fortificaciones de la Línea Stalin, en la antigua frontera con la Unión Soviética, donde la resistencia se volvió mas seria.

 
Los Gebirgsjager tuvieron que asaltar los bunkeres, uno a uno, en un duro combate cuerpo a cuerpo, precedido a veces por el lanzallamas de los Gebirgspioniere. Su avance mas allá de la línea formo una una punta de lanza en territorio enemigo y tuvieron que rechazar continuos contraataques en los flancos. A pesar de todo, siguieron adelante y empujaron al enemigo hacia el río Bug.

En Vinnitsa, los Gebirgsjager no solo cruzaron el río, si no que persiguieron al enemigo en retirada, marchando en ocasiones hasta 50 Km diarios. Entre tanto, las fuerzas alemanas creaban un gigantesco movimiento de pinza alrededor de Uman, concentrando cada vez mas tropas soviéticas en el interior, en la llamada "bolsa de Uman". Los soviéticos presionaron con carros para romper el cerco en medio de una lluvia inclemente y en unas penosas condiciones. Los alpinos habían estirado demasiado sus líneas de abastecimiento y sufrieron escasez de raciones y, lo que era peor aun, de munición; sin embargo rechazaron todas las tentativas de escape del enemigo en su sector. Las unidades soviéticas, desesperadas fueron rindiéndose una detrás de otra; el 8 de agosto, la batalla llego a su fin. Se hicieron 100.000 prisioneros, 22.000 por parte de los Gebirgjager, incluidos tres generales soviéticos.

No hubo tiempo para saborear la victoria: las tropas de montaña recibieron ordenes de seguir avanzando en dirección sureste. A principios de septiembre se encontraban en las cercanías de Berislav, junto al mar de Azov. Desde allí, se volvieron en dirección noreste, hacia el norte de Taganrok, pasando por Tokmak y Diakowo. La campaña rusa de 1941 fue otro gran éxito de las tropas alpinas. Su siguiente objetivo seria el Cáucaso, donde llegaron en julio de 1942, allí se reencontraron con su terreno natural, la montaña.

Como parte del Heeresgruppe A, las divisiones 1 y 4 debían luchar en algunas de las montañas mas altas de Europa, un terreno que favorecía mas al atacante que al defensor y del que la información alemana era escasa, aunque las pocas rutas practicables que atravesaban la cordillera eran conocidas. Sea como fueren, los Gebirgsjager no pudieron resistir la tentación de enviar un grupo de escaladores a plantar la bandera alemana en la cima del monte Elbrus, a 5,663 m de altitud. Se dice que Hitler monto en cólera cuando supo que sus soldados se habían entretenido en lo que considero un ejercicio fútil.



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Los alpinos actuaron como se esperaba de ellos, capturando con rapidez los pasos de montaña en su sector, donde se incluía una línea soviética con 2000 posiciones defensivas que fue tomada por una sola unidad Gebirgsjager, y capturando de paso el monte Smaschko. Sin embargo, no pudieron alcanzar las tierras bajas del sur, al otro lado de la cordillera; los feroces contraataques enemigos los contuvieron en el interior de las montañas. Los soviéticos habían concentrado numerosas tropas en ese frente, y los alemanes sometidos a una presión insostenible, solicitaron permiso para retirarse a posiciones mas seguras. La solicitud fue denegada.



En noviembre de 1942, tres cuerpos del ejercito soviético se enfrentaron a los agotados cazadores de montaña alemanes; el invierno azotaba Rusia, las temperaturas  caían en picado y los hombres y los animales de carga morían de frío en las alturas del Cáucaso, donde ningún ser vivo podía aguantar mas de 30 minutos al raso sin presentar síntomas de congelación. Cuando la comida y la munición empezaban a escasear, llego el permiso para la retirada. Los alpinos habían perdido a todos sus animales, pero no dejaron atrás ni una sola de sus piezas de artillería, transportándolas con los pocos tractores de que disponían. Tras sobrevivir al infierno helado del Cáucaso, a las tropas de montaña no se les dio ni un momento de respiro; fueron enviadas a los pantanos del Kuban, cuya cabeza de puente defendieron con éxito hasta finales de 1943, cuando la 4 Gebirgs Division fue arrastrada por la retirada general hacia Hungría. En marzo de 1943, la 1 Gebirgs  División recibió la orden de abandonar el frente oriental y trasladarse a los Balcanes, donde permaneció hasta diciembre de 1944.


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