Txamanxoia, también conocido como Maz.
Recuerdo que ya lo subí en otoño desde el valle, por su parte mas baja, la cumbre siempre esta a la vista, pero parecía que nunca llegabas.
Creo que subimos por el mismo sitio. Bajamos en camiones desde el refugio hasta el valle, allí nos calzamos los esquís y emprendimos la marcha. Debían ser las 9 de la mañana, aproximadamente.
Pero..., había poca nieve y pronto tuvimos que enganchar los esquís a las mochilas ¡ MAS PESO !.Fue un infierno, particularmente para mi.
Llegamos (por fin) a una zona que había nieve suficiente. Volvimos a colocar los antideslizantes y calzar los esquís. Que alivio, lo estaba pasando muy mal.
- Los antideslizantes tenían que ser retirados cuando no se utilizaban los equis para que no se congelaran y el pegamento que llevaban no perdiera sus propiedades. Los poníamos junto al pecho para que nuestro cuerpo les diera calor -
- Los antideslizantes tenían que ser retirados cuando no se utilizaban los equis para que no se congelaran y el pegamento que llevaban no perdiera sus propiedades. Los poníamos junto al pecho para que nuestro cuerpo les diera calor -
Se me antojo que esta subida, con los esquís, se hacia mejor que la que realizamos en el otoño a pie. Como todas las marchas que hacíamos, no se paraba hasta llegar al objetivo.
No puedo precisar la hora de llegada, pero seguro que antes de las 3 de la tarde. Comimos, bebimos, bajamos un poco, y en una de las laderas nos preparamos para vivaquear construyendo iglús y zanjas. Este es un trabajo muy duro, sobre todo si es la primera vez. No se construyen solos y se tardan mas de 2 horas en hacerlos.
A mi patrulla nos asignaron construir una zanja para 3 personas. Nos repartimos el trabajo cortando los bloques del suelo y apilando. Mientras las otras patrullas se dedicaban a construir sus vivac, también organizados (cada iglú era construido por 3 patrullas). Habían quienes cortaban los bloques, otros los trasportaban y algunos era los encargados de colocarlos. Los bloques los cortábamos con los esquís y las palas las utilizábamos para cubrir con nieve los bloques ya colocados.
Colocamos los esquís sobre la zanja y nuestro pochos sobre ellos. Hicimos una entrada a través de la nieve (mas bien hielo), un túnel en bajada, y un foso de frío, como nos habían enseñado en las teóricas.
Repasamos el interior y extendimos la tienda de campaña para que nos sirviera de aislante.
No recuerdo si la cena la hicimos dentro o fuera de la zanja. Si recuerdo que tapamos la entrada con una de las mochilas y que encendimos una vela en la fosa de frío. Nos metimos en los sacos y a dormir.
¿Se esta bien en una zanja en la nieve?
Si, y calentito, el problema es si tienes que salir ha hacer tus necesidades. En el saco metías el agua, la ropa y los antideslizantes, para que estuvieran calientes y secos.
Me acostaba con la ropa interior de invierno y un pasamontañas. Me cambiaba los calcetines para dormir mas seco. También me tomaba una aspirina antes de dormir, es un "truco" de nuestro medico, muy eficaz para las agujetas y el cansancio.
¿Dormías?
Pues de aquella manera..., más bien descansabas.
¿Dormías?
Pues de aquella manera..., más bien descansabas.
Nuestros mandos, el teniente y el sargento durmieron en una tienda de campaña.
¿Que recuerdo de la mañana siguiente?
Pues estaba todo mojado, y era un problema, lo que antes cabía en la mochila, ahora no entraba. Fue muy difícil rehacer las mochilas.
El regreso era cuesta abajo, pero llegado a la zona baja de la montaña, se me hacia muy difícil controlar por el cansancio y la pendiente. En cada giro me caía, volví a pasar un nuevo infierno.
Cuando llegamos al valle solo queríamos que allí estuvieran los camiones para recogernos. Tener que subir al refugio... Ya estábamos MUY CANSADOS.
La subida al Txamanxoia se podía ver desde el refugio, sobre todo en invierno. Si te fijabas, era posible observar como se novia la columna y evolucionaba por las laderas, la cuerda y la cumbre.
Continuara...
J. Florencio, 2º/84
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